jueves, 19 de enero de 2012

Lectura Literaria y Animación Lectora

(…) el objetivo último y prioritario de la utilización de la literatura en clase, que no sería otro que conseguir que nuestros estudiantes se acercaran a la literatura por el valor que esta tiene en sí misma; no significando esto que tuviéramos que volver a un estudio historicista de autores y géneros o que nuestros alumnos tuvieran que pasar por textos completamente ajenos a sus intereses. La competencia literaria no solo debe ser la capacidad de nuestros alumnos de saber comprender, interpretar y disfrutar de un texto literario, sino que esa habilidad se debe de hacer extensible a la capacidad para expresarse, por escrito o de manera oral, a partir de un texto literario y estar preparado para cualquier debate o actividad, incluso creativa, que pudiera generar ese texto.

José Coloma Maestre
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/13/13_0228.pdf

En este párrafo de José Coloma se contempla y sintetiza cuáles deben ser nuestros objetivos para la motivación hacia la literatura en nuestros alumnos de primaria. Para ello, debemos trabajar y no sólo leer, por tanto debemos confeccionar y plantear actividades que acompañen la lectura.

Si entendemos que leer no es sólo decodificar los símbolos escritos, sino que es comprender, será necesario ofrecer al niño la posibilidad de que comprenda el lenguaje oral o escrito y así, poder expresarse. Estas actividades se encontrarán antes, durante y/o después de la lectura, las cuales girarán en torno al libro como protagonista.

Y para que estas actividades resulten eficaces y óptimas al final del proceso de lectura ¿qué requisitos han de cumplir? Pues bien, a continuación se detallan las características de estas actividades que se reúnen en la animación lectora:

  • Motivadoras, atractivas, divertidas, interesantes; las actividades deben ser un reclamo para nuestros alumnos. Cuando algo es motivador hará que no perdamos el interés ni la atención de ello. Una buena idea, es hacer de estas actividades algo lúdico, hecho que adquiere sentido si contemplamos y no dejamos de lado que estas actividades son, en conjunto la animación a la lectura.
  • Dirigidas; todo juego requiere normas y alguien o algo que las dirija. El maestro debe saber en cada momento qué efecto producen las actividades en los niños y detectar si el fin de ellas es el libro protagonista y el niño.
  • Deben permitir la participación activa de los niños, que se sientan parte de ellas y de la lectura. Deben sentirse identificados con lo que hacen y encontrar sentido en ello.
  • Estas actividades, deben permitirnos identificar los conocimientos del niño previos y posteriores a la lectura para así, poder hacer un análisis de la evolución del sujeto.
  • Además, deben promover la reflexión y el aprender a pensar de los niños, para que no lean sin más.

Para concluir, el concepto de Platón sobre qué es la educación dice, en pocas palabras, mucho al respecto: “educar es enseñar a desear lo deseable”. Así que si hacemos de la lectura y sus actividades algo deseable, el éxito está asegurado, puesto que el verdadero aprendizaje se hace desde las ganas de aprender, evolucionar, imaginar y soñar. Elegimos sobre lo que conocemos y cuánto más amplio sea ese campo más fácil será encontrar aquello que deseamos.

http://www.cajamagica.net/
http://www.juandevallejo.org/lectora.html
http://www.educacontic.es/blog/actividades-tic-de-animacion-la-lectura

Después de mi experiencia para la lectura o para lo relacionado con la lectura, le doy una gran importancia al papel del animador. Los maestros debemos ser los guías en la educación de nuestros alumnos y por tanto ser los animadores para que ellos lean. Consultando la página SOL http://sol-e.com/bancorecursos/actividades_fichaEsp.php?id=30 podemos citar y justificar brevemente qué actitudes y cualidades debe desempeñar la persona que haga este papel:

  • PACIENCIA; no todos somos iguales ni necesitamos el mismo tiempo ni dedicación por parte de nuestros maestros.
  • PRUDENCIA; en la cantidad no se encuentra la esencia, sino en la calidad y en saber encontrar el placer.
  • CONSTANCIA; característica que hace de algo que sea fijado en nuestro aprendizaje.
  • CONFIANZA; convencimiento en lo que hacemos.
  • RIGOR; es preciso trabajar en equipo, experimentar, investigar y evaluar autocrítica y constantemente nuestras propias actitudes y métodos.
  • CREADOR DE AMBIENTES; ambiente más allá de lo físico, un ambiente afectivo.
  • PLANIFICADOR; aunque parezca algo aleatorio, la planificación debe apartar la improvisación. Necesitamos de unos objetivos concretos.
  • CREATIVIDAD; conlleva a la motivación, imaginación, espíritu renovador…
  • RESPETO; hacia las personas y sus intereses.
  • COHERENCIA; lo que se dice siempre ha de ir de la mano con lo que se hace y promulga.
  • MODESTIA; todos somos necesarios pero también reemplazables
  • SENSIBILIDAD; poder detectar y captar las necesidades e inclinaciones de cada lector.
  • PROFESIONALIDAD; quizás sea un cómputo de todo lo anterior y vaya implícito.
  • PSICOLOGÍA; ha de conocerse los momentos evolutivos.
  • PERSUASIÓN; saber “vender” y llegar a alcanzar lo que el “cliente” quiere.

Un animador que tenga todas estas características conseguirá que el niño quiera descubrir más. A través de la lectura podrá conseguirlo y si a esto añadimos actividades conseguiremos que aprendan algo más que lo que a veces se ve a primer golpe de lectura.
Ya sabemos qué requisitos son convenientes que cumplan el animador por un lado y las actividades en general por otro. Pero, para llevar a cabo un taller de lectura habrá tres momentos para introducir las actividades, antes, durante y después de la lectura. Las características que deben tener son:
  • Actividades antes; actividades que despierten el interés por empezar con el texto. Deben ser actividades que también nos ayuden al maestro a detectar qué saben y qué no saben los chicos, qué capacidad de imaginar y soñar tienen y cómo a partir de un título pueden suponer unas cosas u otras. Las ilustraciones, el título y la contraportada pueden ayudarnos como soporte en estas actividades, además del diálogo y la puesta en común. Podemos hacer suposiciones de cómo será lo que vamos a leer y si el animador plantea preguntas que se acerquen a los gustos de los chicos… el siguiente paso vendrá por supuesto.
  • Actividades durante; las preguntas son algo típico. Aún así, pueden resultar útiles dependiendo del texto y del alumnado, pero son sólo un recurso. Las actividades que se diseñen y planteen para este momento deben servir como medidor del éxito que está teniendo el libro entre los lectores. Estas actividades pueden hacer que las ganas por seguir leyendo aumenten proponiendo a los alumnos que imaginen la continuación. Es una manera de conocer a los chicos.
  • Actividades después; deben ser un recopilatorio de lo aprendido y disfrutado. Se debe conseguir enseñanza de lo leído. Conocer como maestros si los lectores han comprendido y cómo lo han hecho es nuestra labor y la de los chicos, puede ser hacer una crítica objetiva y otra subjetiva sobre el texto.